29.9.08

LA MUERTE Y LOS OLVIDADOS (Pequeño homenaje a Tauro Berastegui)

¡Mi amigo va a levantarse a mis gritos!. Y esto durante siete días y siete noches, hasta que el gusano le cayó sobre el rostro. Desde que se ha ido, ya no encuentro vida; he vagado como el cazador en medio de la estepa". Gilgamesh a la muerte de su hermano Enkidu.

Tal vez deberia arrancarme los ultimos bellos del cuerpo... al no entender el sueño que embriaga a ese cuerpo... tal vez volver a la estepa y ser animal nuevamente... vivir en el instante, ya no dislocado por la conciencia... en la espesura de los sentidos... ya no en los retorcijones del pensamiento... ¡Nunca más girar la cabeza!... ¡No ver más lo que he construido!... parece que eso es animal... pero ahora, que la muerte invade... y que sé, porque me conozco (tan humana acción)... que el olvido ira a buscarme... que la cotidianidad de mis días será afectada por esa infima problematica del costo... Lo demas, el enfrentarse a la muerte, solo fue una abrupta falla, que la carne que vi desfallecer, fue algo que me dejo impavido un segundo... que los cuerpo que van al subsuelo, en las laborales se dejan de pensar. Pero otra vez la muerte se hará presente... otra vez robandonos a los amigos... otra vez la conciencia se aterra... ¡Pero si de algo vale la pena tener conciencia!... es que sabemos, y de verdad sabemos, que todo... todo puede cambiar, que esta vez... el día a día fatigoso no me hará olvidar a mis compañeros.

Adios Tauro... compañero de profesión.

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